Con estas dietas hay una pérdida de peso muy rápida en muy poco tiempo (generalmente entre una semana y un mes). El problema de estas dietas es que igual que se pierde peso en pocas semanas se gana cuando se retoma la alimentación habitual.
Incluso se da el "efecto rebote". Se gana más de lo que se ha perdido.
La doctora Lourdes Carrillo, coordinadora del Grupo de Nutrición y Alimentación de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), comenta: "los beneficios que se obtienen con estas dietas son pequeños frente a los riesgos que pueden suponer para la salud".
La clave de porque este tipo de regímenes tenga un seguimiento tan grande se debe a que supone para quien las realiza un esfuerzo muy pequeño.
¿Cómo saber si es una "dieta milagro"?
- Prometen pérdidas de peso en poco tiempo
- Algún grupo de alimentos se elimina, como por ejemplo la dieta Atkins o Duncan que no se consumen hidratos de carbono.
- No se pueden mantener durante largos periodos ya que se pondría en peligro la salud de la persona que la realiza.
- Son recomendadas por personas famosas y no tienen fundamento científico.
Peligros
Estas dietas se pueden dividir en: dietas hipocalóricas no equilibradas, dietas disociadas, como la Dieta Montignac, y dietas excluyentes, como la Atkins o la Dukan.La dieta Dukan es una variación de la dieta Atkins, ambas tienen como base la restricción de hidratos de carbono. Sólo se consumen proteínas y grasas, con el resultado de una rápida pérdida de peso, difícil de mantener a largo plazo.
Los hidratos de carbono son una de las principales fuentes de energía de nuestro cuerpo y la única utilizable por el cerebro. "La restricción de hidratos de carbono, como cereales, legumbres, verduras o frutas, lleva a una rápida pérdida de peso, fundamentalmente a expensas de líquido extracelular, además de pérdidas de calcio, potasio y otras vitaminas y minerales. Así que, mantenida a largo plazo, puede acarrear otras importantes consecuencias para la salud como daño cerebral, hepático o renal, trastornos del metabolismo de los lípidos, osteoporosis o estreñimiento, entre otros"; indica la doctora Carrillo.
En las dietas hipocalóricas la pérdida de peso se produce por la eliminación de líquido y del tejido muscular y no tanto del tejido adiposo (grasa). Cuando se llega al peso deseado y se introduce la alimentación habitual hay un aumento de peso por el agua y la grasa.
La masa muscular que se ha perdido no se recupera. Cuando se pierde músculo el metabolismo energético se tiene que readaptar y las calorías que se necesitan son menores. Por lo que es frecuente encontrar en la consulta expresiones como, "cada vez como menos y no adelgazo, incluso engordo".
Para perder peso se deben tener en cuenta tres puntos básicos:
- Reducir las porciones de alimentos, pero comer de todo.
- Beber entre 1.5 l y 2 l al día.
- Hacer ejercicio regular, 3 o 4 veces a la semana
AMPARO ÁLVAREZ
Lda. en Farmacia
Técnico en Nutrición y Dietética
Técnico en Nutrición y Dietética